Tanto si vas a hacerte una reforma en casa o una obra de nueva planta, siempre surge la duda de si usar los clásicos tabiques de fábrica de ladrillo o de placas de yeso laminado.

En principio no existe una respuesta concreta, ya que debemos analizar el tipo de obra que vamos a realizar y conocer las ventajas y desventajas de cada uno de ellos, para así poder tomar la mejor decisión.

En España existe una gran tradición en el uso del ladrillo y muchas veces miramos con malos ojos los sistemas menos convencionales apoyándonos en su menor resistencia y llegando a calificar a los tabiques de ladrillo como “las paredes de verdad”.

Sin embargo, los tabiques realizados con yeso laminado tienen una serie de ventajas respecto a los sistemas tradicionales:

• Mayor rapidez de ejecución: ya que el tamaño de sus placas y la facilidad de colocación permite levantar la tabiquería mucho más rápido. Además, al no usar agua para su construcción, nos ahorramos los tiempos de secado y no requiere de un enlucido final tan laborioso.
• Mejores acabados: incluso con un albañil muy cualificado, al tratarse de placas lisas de gran formato, el resultado final siempre va a tener menos irregularidades, lo cual se agradece cuando implementamos sistemas de luz indirecta que resaltan aún más los pequeños defectos.
• Más limpio, sin rozas y menos escombros: Al permitir llevar las instalaciones por el interior no requiere de hacer rozas los cual nos ahorra tiempo y reduce los escombros generados en la obra. Todo esto favorece a un entorno más limpio, lo cual es una ventaja en reformas parciales donde los inquilinos conviven en la obra.
• Versatilidad y comportamiento: Existen multitud de variantes y tipos de placas (acústicas, resistencia al agua, fuego, impactos…) además de que si está bien encintado es capaz de absorber mejor los movimientos naturales del edificio generando menos grietas con el paso del tiempo respecto a un tabique de ladrillo.
• Menor peso: El menor peso de los tabiques de yeso laminado hace que sea la solución ideal en reformas de viviendas antiguas para no sobrecargar la estructura con tabiques pesados.

A pesar de todas estas ventajas, existen algunos factores en los que la tabiquería tradicional puede tener ciertas ventajas respecto a los sistemas de yeso laminado:

• Resistencia: en este punto es importante remarcar que en los tabiques de pladur es necesario colocar refuerzos en los puntos donde se van a colgar elementos pesados (muebles, cuadros, televisores…). Para ello es necesario tenerlo previsto antes del inicio y marcar la ubicación y dimensiones de cada refuerzo. Además, podemos aumentar la resistencia general de los tabiques añadiendo doble placa a cada lado.
• Transporte: Es importante evaluar el tipo de vivienda y las opciones para llevar el material hasta el interior de la vivienda. Debido a su gran tamaño, es posible que las placas de cartónyeso no quepan en el ascensor ni por el hueco de la escalera.
• Aislamiento: Por lo general un tabique de ladrillo proporciona mejor aislamiento térmico y acústico que un tabique de placas “básico”.  Sin embargo, esto se soluciona colocando aislamiento en el interior del tabique de placas. Además, en el caso de los tabiques de ladrillo, un exceso de rozas puede empeorar mucho el aislamiento entre las habitaciones o locales
• Precio: Por último, un factor que suele condicionar mucho la elección de sistemas es el presupuesto. El material utilizado en los tabiques de placas de yeso laminado es más caro y requiere de montadores más especializados. Sin embargo, esto se compensa al reducir los tiempos de ejecución y no requerir un enlucido final tan costoso.

Teniendo todos estos factores en cuenta, debemos analizar el tipo de obra que queremos realizar y el presupuesto que tenemos, y valorar cual es la opción que más se ajusta. Desde Marí & Sebastián Arquitectos podemos ayudarte a elegir el sistema que más se adapte a tu proyecto.